Los Unicos en Clarin

La mesa es larga y negra, de esas de reuniones que incitan a la solemnidad. Sentados con menos formalidad están siete de Los únicos , esperando por su almuerzo en Pol-ka. Son Nicolás Cabré, Nicolás Vázquez, María Eugenia Suárez, Gimena Accardi, Marco Antonio Caponi, Brenda Asnicar y Emilia Attias.


















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Las entrevistas corales suelen ser algo caóticas. Algunos hablan más, otros optan por el mutismo o a veces comienzan a charlar entre ellos, jugar chistes internos y otros elementos distractores. Y si el diálogo ocurre al mediodía después de una larga mañana de grabación, el riesgo todavía es mayor. Por suerte, siempre estará Nicolás Vázquez para contestar una pregunta, dar explicaciones y salvar los silencios cuando sus compañeros están masticando. Del otro lado está Nicolás Cabré, que puede contestar con monosílabos, cortante y con un evidente gesto de fastidio por tener que estar. Alguna vez declaró en Clarín : “No soy el gracioso que te rema una nota en los estrenos”. Y no lo disimula.


A partir de hoy (a las 21.45 por El Trece), ellos harán la segunda temporada del programa que cuenta la historia de una unidad especial y secreta de agentes con dones especiales, que se enfrentan al mal. En el último capítulo de 2011, apareció la brigada haciendo un brindis por fin de año; en un momento, descubrieron entre los canapés una bomba a punto de estallar, enviada por Dreifus (Fabián Gianola). En paralelo, el villano le disparó a Axel (Nicolás Cabré) en la calle y lo dejó tirado en la calle, aparentemente muerto.


Los agentes no lograrán evitar que la bomba detone, aunque alcanzarán a protegerse. El particular tóxico de la bomba, lejos de matarlos, los hizo más fuertes: ahora sus dones mutarán. En cuanto a Axel, los disparos de Dreifus lo mataron. Pero luego de una desopilante incursión en el cielo, con un encuentro con Dios (Enrique Pinti), será enviado de regreso a la vida. En charla con Clarín , cuentan cómo será la nueva temporada, cómo cambia el perfil del programa y hablan de los riesgos de las segundas partes en televisión.


El programa cambia de autor y se sumaron nuevos integrantes. ¿En qué cambiará el perfil de la historia? Vázquez : Mantendrá la misma esencia que la primera temporada. El cambio de autor (ahora es Leo Calderone, ex Herederos de una venganza ) quizá potenció un poco el tono fantástico. Ya grabamos 15 capítulos, con mucha adrenalina; además, cada personaje tendrá este año su romance.


Asnicar : Aunque el programa no está apuntado a un público específico, con estos nuevos ingredientes se sentirán muy identificados los adolescentes y las familias.


¿A qué ingredientes atribuyen que el programa haya funcionado el año pasado? Vázquez : Desde el principio se hizo fácil saber por dónde venía el programa. Cuando empezamos a grabar, jugamos a un color que la gente aceptó: esa mezcla de acción y comedia. Son personajes muy versátiles; no tiene la estructura de un galán que abre la puerta y se encuentra con algo. No es nada clásico. Además, entraron los chicos más jóvenes para aportar porque Nico está grande ya (se ríe).


Cabré : Te encanta decirme viejo, ¿no? Attias : Creo que “los nuevos” sumamos un público juvenil que nos sigue y nos ha comprado. Esa orientación a los adolescentes y a la familia es un punto fuerte.


¿Cómo fue grabar la escena de Axel (Cabré) con Dios (Enrique Pinti)? Cabré : Estuvo buenísimo. Me encantó haber trabajado y compartido un día de grabación con Enrique. Lo que se verá forma parte de la vida de Axel y de las cosas que sólo a él le pueden pasar. Cuando muere, descubre que Dios no es Dios y que hay un error de tipeo. Ahí le asignarán un nuevo castigo.


Forma parte de la lógica de la industria. Cuando un producto funciona, se busca repetir la fórmula, hacer nuevas temporadas e incluso, como pasó con Los únicos , llevar ese formato a un teatro de la calle Corrientes. Hoy el programa iniciará su segundo año, como pasó con Son amores o con Casi ángeles , por nombrar otros éxitos. Cabré y Vázquez, que participaron en aquéllos, ya tienen experiencia en segundas partes.


¿Cuáles son los riesgos que perciben en iniciar una segunda temporada? Vázquez : No le veo ninguna contra. Creo que es una bendición hacer un producto por dos años consecutivos y ésta es la tercera vez que me pasa en mi carrera. Conocés el personaje y ya sabés que la gente acepta el programa, al margen de que haga más o menos rating.


Cabré : Por lo general, cuando hacés una segunda temporada, el elenco y la historia son las mismas. En ese contexto, a veces estás obligado a estirar situaciones que no dan para más. A diferencia de lo que pasaba en Son amores , en Los únicos hay mucha renovación; te diría que el 80 por ciento de las historias son nuevas. Entonces, no tenés que estirar algo innecesariamente. Eso es un punto a favor.


Los que se incorporaron ahora, ¿qué referencias de superhéroes tomaron? ¿Qué series vieron o cómo imaginaron a sus personajes? Caponi : No me preguntes por qué, pero imaginé la voz de Pancho Ibáñez. Viste que él habla desde un lugar de seriedad, que le comprás cualquier producto que vende. Es como una voz medio bizarra.


Vázquez : Dale, imítalo.


Caponi : No, no da ahora.


Al rato llega el almuerzo. “Bueno, gracias por todo”, despide, en broma, Vázquez al periodista, con más interés en la comida que en la nota. Suprema para ellos y ensalada y merluza para ellas. Los superagentes necesitan reponer energías para un año lleno de misiones.

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